Amores

¡Hola! ¿Qué tal estáis?

Aunque he hablado en otras entradas del amor como tema transversal casi siempre, no le había dedicado una entrada.

Y es que he estado este fin de semana en una boda. Pero veréis una boda muy especial: la de mi hermana pequeña Eva y mi cuñado Claudio. Un encuentro emocionante para ratificar su amor pero no fue solo eso...y ahora descubriréis porqué.


Amor romántico o de pareja: Acudí con mi marido al evento que sufrió, no como yo, claro, pero si mucho el que yo pasara una crisis de dolor antes de la ceremonia. Ya sabéis que el monstruo del dolor crónico ha engullido a  muchas parejas. Nosotros no lo tenemos fácil pero ese día también un poco aseveramos nuestros votos.
Desprendíais tanto amor e ilusión, Eva y Claudio que vi como vuestros rayos iluminaban mi matrimonio y me miré en vosotros, cual espejo y reconocí esa dicha en mi alma pese a lo que sentía mi cuerpo. Os lo agradezco porque mi espíritu a veces se oxidada de tanto luchar contra el gigante del dolor crónico y se desentumeció esa noche.
Amor fraternal o de familia: ¡Cuanto amor de hermanos hubo allí! Como he dicho me puse la camiseta de "super" para aguantar y sonreír. Otras personas de mi familia también lo hicieron (Ana, mamá) porque la salud no está de nuestro lado pero nosotras si lo estamos de la gente que queremos.
Nos sinceramos y lloramos. Hablamos de lo mucho que nos amamos, en vivo o en diferido, pero todos nos lo dijimos. Y fue precioso. Gracias sobre todo a Kique, mi pareja (sé que te cuesta y no me lo esperaba que declararas eso) No lo sabes, pero me ha sentado como la mejor pastilla contra el dolor.
Este amor fraternal es aquel que disculpa, el que hace que te envíen la canción que más te gusta de Ricky Martin en un concierto sin que tú se lo hayas dicho jamás, es el que se desvive porque estés bien, el que hace que te preocupen las mismas cosas y adores otras igual.
Otros amores: 

Amor a los amigos que se convierten en familia. Que te ayudan, te comprenden y te cogen la mano o te abrazan. Que se alegran con tus venturas y se disgustan con tus desdichas.
Amor a la música ( que estuvo genial por cierto) que me hace elevarme aunque a mi cuerpo le cueste tanto, que me emociona, me ensalza y creo que saca lo mejor de nosotros.
Amor a la belleza: A la naturaleza, a las flores, al arte, a aquel paisaje. 
Todos ellos son los que me hacen levantar el ánimo cuando estoy saturada de tener todos los días el martilleo, la espada en mi pierna y el taladro en mi lumbar.
Amor a Dios: Si, soy creyente y hablo con Dios. A veces, me enfado con Él pero me sustenta su conexión espiritual.

Amor a los animales: Si, porque son mi descanso del guerrero. Se acurrucan a mi lado cuando peor estoy, se alegran de verme, me quieren y yo a ellos. Son nuestros gatos: Picatostes, Pirindola y Pipa en la tierra y Piruleta y Bicho en el cielo.

Todo esto es lo que me salva del fango de mi dolor y no deja que me hunda. 
Gracias y auguri.

Dedicado a mis hermanos Eva y Claudio. Por un siglo de amor o más....

Comentarios

Entradas populares